Bestiario
Mar Sueiras Prieto.
“Para mí sólo cabía una salida: salvar los restos de una época creativa, mi trabajo y lo que quedaba de una biblioteca contemporánea […] Continúo trabajando con tenacidad y no puedo estar sino agradecida de tener un jardín en el que crecen muchas, muchas flores”.
"Álbum Ilustrado" |
Podría decirse que nuestro mundo es nuestro propio lenguaje y que de
alguna manera nos sentimos presos en sus límites -los del pensar-
infranqueables. En el interesante tiempo -personal y político- y en el
complicado espacio -geográfico y creador- que les fue dado vivir a las
artistas de las vanguardias, el riesgo resultó ser
un factor que las acompañó durante gran parte de su vida, y todos
sabemos que moverse en el filo a veces tiene su precio, el vértigo; otras su recompensa, descubrir la falsa ilusión para volverse más des-ilusionados (más lúcidos), y cabe la posibilidad de que tal vez más tristes. El logro será entonces la risa
En la publicación del álbum
ilustrado de Hannah Höch podemos apreciar las imágenes creadas por esta
artista dadá acompañadas además -como si de un ejercicio de ecfrásis
se tratara- por rimas breves e ingeniosas, escritas también por ella, que recrean una especie de alegoría, de sueño en un jardín
zoológico con animales híbridos rodeados de flores y plantas. Sus
ilustraciones sugieren historias que nos trasladan a un mundo
fantástico, donde reina la alegría y la despreocupación, a un universo personal, a un tiempo suspendido en un momento turbulento de la historia y a un espacio onírico imaginado por Hannah.
Hannah Höch
(1889-1978) fue una artista alemana perteneciente al movimiento dadá
que utilizó como modo de expresión el fotomontaje -usado en las imágenes
de esta publicación- del que fue pionera junto a
Hausmann, desarrollando una obra básicamente al servicio de una nueva
concepción del cuerpo de la mujer, obra en la que crea figuras de
hibridación racial y siempre provistas de un toque de humor e ironía.
Aunque su obra se inicia en los años del surgimiento de los movimientos
feminista ella hace una crítica de la imagen frívola que algunos medios transmiten de la nueva mujer y crea algunas obras de temática andrógina sobre el amor lésbico. En
la década de los 70 tuvo un reconocimiento tardío y se le hicieron una serie de
retrospectivas en varios museos, casualmente -o no tanto- coincidiendo
con las segundas neovanguardias.
Los postulados de su obra -coincidentes con un momento de enconadas
pugnas políticas y enfrentamientos estéticos entre los partidarios de la
Neue Sachtichkeit (nueva objetividad) y los del expresionismo, así como de los seguidores de la Bauhaus y el insurgente dadaísmo- se traducen en una hibridación estética y conceptual,
en un tiempo y un espacio personal que parecen querer usar una fina
ironía, tal vez como reacción a un tiempo y un espacio geográfico e
histórico que se ahoga en su propio y terrible bestiario, y que se
perciben como sorprendentemente conciliadores en una época que se
caracterizó por su violencia e inestabilidad.
Fotomontaje. 1946 |
Este álbum ilustrado fue una obra
que Hannah Höch creó poco después de la Segunda Guerra Mundial. La autora
creó en 19 collages y textos un mundo fantástico poblado de plantas y
animales exóticos. Pero los textos y el método de impresión resultaron
demasiado complejos para los editores de aquel momento, así que no fue
hasta 1975, en Berlín, cuando el libro se presentó por primera vez al
público.
El filósofo y escritor Salomon Friedländer dijo en su momento de la artista:
"En
el fondo eres una muchacha fabulosa y maravillosa... quien no te
entienda ha de ser un tipo completamente insoportable. ¿Y quién te
entiende? Un niño, alguien como tú".
Y qué duda cabe; en el arte del collage
se hace imprescindible la capacidad de hallar imágenes nuevas en las
ya existentes, una praxis que bebe mucho de esa fuente creativa de la
entonces nueva expresión gráfica de la modernidad más vertiginosa, esa
fuente de donde parece emanar la comunión de todos los elementos de la
realidad cotidiana para transmutarlos en objetos artísticos. En este
sentido, los montaje se Hannah Höch se caracterizan por la inserción
dura y radical de los perfiles, por las líneas de corte deliberadamente
forzadas que, sin embargo, las fibras consiguen atenuar e incluso en
ocasiones enmascarar.
Hannah, ante ese vértigo des-ilusionado
alcanza esa capacidad tan inteligente de lograr mantener el
sentido del humor y, al menos, ser capaz de despertarnos una sonrisa.
Las alegorías que se recogen en este álbum se acompañan de un corpus de
breves e ingeniosas rimas que la propia Höch ideó y que sugieren
historias que recuerdan a la obra de Ringelnatz o Morgenstern, pero en las que, sin embargo, ella supo dar nombre propio a su singular bestiario,
Una aventura gráfica, de gran carga poética, a través de la cual
dejarse llevar por la alegría y despreocupación de sus híbridos
personajes, mágicamente relatados a través de sus poemas complementarios. Pájaros, gamas, gamuzas y cebras, a los que subirse y volar… un verdadero ‘bestiario’ del absurdo!
httphttp://www.youtube.com/watch?
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